El Barcelona ha sido el vencedor en la final de la Copa Del Rey donde pasó de todo. El partido estuvo muy marcado por la roja a Mascherano y que tuvo que llegar hasta el tiempo extra para resolverse, gracias a un tanto de Jordi Alba y otro de Neymar, ya que el Sevilla se esforzó al máximo durante todo el partido
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Empezó bien el Sevilla y desactivó al equipo de Luis Enrique en la primera parte. No parecían los de Emery afectados por la dura final que vivieron días atrás ante el Liverpool.
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No existían casi las oportunidades en el partido hasta la tarjeta roja de Mascherano. La primera sería para Coke, después de un pase atrás de Vitolo, sin embargo el balón salió desviado y no hubo ninguna más. Si bien el partido estaba loco, pero no había ocasiones.
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En el minuto 36, el 'Jefecito' se fue a la calle por un agarrón a Gameiro. Roja clara, ya que el francés era el último hombre del conjunto andaluz. Los sevillistas, además, reclamaron penalti pero Del Cerro Grande acertó: la falta fue fuera del área. El argentino se fue sin protestar.
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Esta jugada marcaría el choque. El Sevilla, que empezaba a creerselo, se vino arriba y casi pudo inaugurar el luminoso con un disparo de Banega que salió desviado por poco. El centrocampista ejecutó la infracción a la misma escuadra, sin embargo el portero salvaría a su equipo.
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Y fue ahí cuando empezó a perdonar el equipo de Emery, algo que a la postre le saldría carísimo. Al Barcelona no le salía ni una y se encerró en el campo, con Messi sin poder encontrar espacios, pero el Sevilla no supo gestionar bien la superioridad numérica.
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Con solo una oportunidad de Piqué, que remató un saque de esquina que se le fue por encima del travesaño, acabarían los primeros 45 minutos.
Tras la reanudación, a Neymar le pitaron un fuera de juego bastante dudoso, aunque las imágenes parecen indicar que estaba en línea. El Sevilla siguió perdonando y el palo se interpuso entre Banega y el primer gol... El jefe del encuentro, el que llevaba la batuta, combinó bien con Vitolo y se sacó un disparo potente que paró el travesaño.
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Las cosas le iban bastante mal al Barcelona y, aún les fueron peor. Messi chocó contra Carriço y se mareó, y tuvo que abandonar el campo con un gran chichón, pero pudo continuar. En la misma acción, justo un poco antes, Luis Suárez controló el esférico y se lesionó cuando apoyó la pierna en el terreno de juego, y abandonó el partido entre lágrimas.
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La afición del Sevilla se vino arriba al ver el partido de cara mientras el uruguayo lloraba a moco tendido en el banquillo y era consolado por Rakitic, que había sido sustituido antes.
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El Sevilla se fue cara arriba acosando la portería rival, sin embargo no tenía grandes ocasiones y quería terminar muy rápido las jugadas. Tal vez la pudo la presión ante un Barcelona que casi nunca se vio de esta manera, circunstancia que se tradujo en tarjetas.
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Piqué ha cuajado unos de los mejores partidos, sino el mejor, de la temporada. Sacó el balón en muchas jugadas del Sevilla y parecía que se multiplicaba. En carrera, por alto, al corte... Siempre estaba ahí y salvó varias veces, seguidas, al Barcelona.
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Los sevillistas, mientras tanto, seguía alentando a sus chavales, que buscaba una y otra vez una ocasión de gol. El choque seguía con mucho ritmo y amarillas, más en este momento para los locales que para los visitantes.
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Y fue entonces cuando el conjunto de Emery también se quedó con diez hombres. Banega, el mejor de su equipo, le metió el pie a Neymar para cortar una contra y fue expulsado en los últimos minutos de partido.
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No hubo tiempo para nada más y llegamos al tiempo extra. Luis Enrique disponía de un cambio y Emery de dos.
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Ya si que se notaba el cansancio en los jugadores sevillistas y el cambio de Mariano, pues desde que el jugador abandonó el campo, los culés, y sobre todo Neymar, encontraron más espacios. Iniesta también dejó detalles de lujo.
En una de esas llegó el tanto de Jordi Alba, en el 96. Vitolo no pudo con la rapidez del jugador culé, después de una gran asistencia de Messi, y el defensa superó a Sergio Rico por el lateral de su meta. Eso si, el portero se lucio y fue el héroe de su equipo en, contando por lo bajo, tres oportunidades de forma consecutiva.
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Así se llegó al segundo tiempo de la prórroga, cuando el árbitro sufrió molestias. Finalmente, tras ser atendido, se reanudó el choque. La afición del Sevilla seguía animando y el conjunto andaluz tampoco se rendía, intentándolo hasta el final, con los jugadores del Barça ya muy cansados.
El Sevilla se quedó sin Carriço, que vio la amarilla por una entrada sobre Messi, La segunda vino por seguir protestando esa acción. Pero, este hecho ya no fue decisivo para el choque.
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Así estaba el encuentro cuando llegó el gol de Neymar, el definitivo. El brasileño, que fue de menos a más en el partido, recibió un pase al hueco de Messi en el lado izquierdo del área y batió a Sergio Rico por el palo largo.
Falló muchas ocasiones el Sevilla, algo que recordaran durante mucho tiempo y, el Barcelona, que supo ser paciente, levantó la Copa Del Rey logrando así el tan ansiado doblete.
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