Jugaban dos equipos en Vigo. Uno quiere llegar a la final de la Uefa y no tiene nada que hacer el liga. El otro no juega competición europea este año, pero quiere jugarla el próximo. ¿Cual se llevaría la victoria?
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El Celta de Berizzo se plantó en el césped con un once plagado de suplentes y poco habituales. Era lógico. No se juega nada en Liga y la vida en la Europa League.
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El Bilbao, aunque comenzó sin Aduriz, puso a grandes titulares. El entrenador quiere clasificarse para la Europa League, y lo que es primordial es ser quinto.
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Presenciamos, pese a todo, un partido precioso. De los que gustan ver aunque no se sienta especial afinidad con ninguno de los contendientes. Porque son dos equipos que juegan bien al fútbol, dan espectáculo y hacen pasar buenos ratos al espectador.
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De este forma transcurrieron los primeros 45 minutos. Un gran partido. Sin ningún equipo que se hiciese con el esférico, el choque era un ida y vuelta. Balones largos, sin parones, no existían infracciones.
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Si los ataques estaban bien, las defensas estuvieron sublimes. Pero el Athletic era el que tenía y quería ganar. Y el Celta tiene una gran debilidad: el balón parado.
De esta manera llegaría el primer tanto. Saque de esquina ejecutado por Muniain, remate sin querer de Bongonda, y en ese lugar esteba Raúl que conseguía superar al portero que anteriormente había realizado detenciones muy complicadas.
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Con el gol, llegaron las prisas. Una cosa es no jugarse nada, y otra muy distinta dejarse ganar. Por eso no pasa el Celta. Adelantó filas, incrementó la presión y por momentos parecía que podría igualar la contienda.
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Sin embargo, llego el final de los primeros 45 minutos. Al inicio de los segundos imaginábamos que sería igual que los primeros 20, con llegadas a ambas áreas, no obstante fue totalmente distinto.
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El Athletic supo aprovecharse de esas ansias 'celtiñas', y Raúl García, gracias a un Iñaki Williams en estado de gracia, anotó su doblete particular. Disparó el joven 'león', tras el enésimo gran pase entre líneas de Muniain, pero de nuevo se topó con Sergio.
El esférico lo recogió Raúl García, y su disparo, de vaselina, superó el intento de parada de Sergio desde el suelo. El luminoso marcaba el 0-2.
Berizzo movió el banquillo, y acertó. Dio con la tecla, vamos. Metió músculo al centro del campo con Pape Cheikh, y con el Athletic más incómodo, metió a Guidetti al ataque.
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Esos fueron los mejores momentos del equipo local, pero el tanto no llegaba para el Celta. Sin embargo, si llegaría otro para los de Bilbao.
Con el Celta volcado al ataque, era cuestión de tiempo que dejase huecos para lanzar un contragolpe letal. Así fue. Superioridad rojiblanca, pase para el recién entrado Mikel Rico y gol. La sentencia a un partido que estaba decidido desde el primer gol.
El Celta se fue con un partido pésimo, pero con orgullo. A pesar de haber sido derrotados, en su estadio y con ese marcador, el equipo B puso garra en el campo. Y, que más decir, esto ya no va con ellos. Su choque es en la Europa League, este Jueves.
Y el Athletic se vuelve a Bilbao con la sensación de haber cumplido con su deber. El Villarreal lleva tres de tres, la Real también, y ellos no son menos. El que 'pinche' no será quinto y jugará una ronda previa de la próxima Europa League.
Próximos Partidos de Liga
El Celta visitará La Rosaleda para medirse al Málaga el Domingo a las 20:45 h. Los dos equipos buscarán una nueva victoria para seguir escalando posiciones.
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El Athletic visitará Mendizorroza para medirse al Alavés el Domingo a las 12:00 h. Los dos equipos querrán una nueva victoria, unos para acercarse a los puestos de Europa League y los otros para seguir en ellos.
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